domingo, 22 de diciembre de 2013

NAVIDAD... NOCHE DE PAZ?

Justo ayer cuando paseaba con Jorge por las hermosas callecitas empedradas del Barrio Palermo en Buenos Aires y veía a la gente en los bares y cafés tomando cervecita para mitigar el sofocante calor, escuché a una mujer que hablaba con alguien y en su conversación expresaba con voz airada: “Yo voy a preparar la comida en Navidad… el que quiera venir que venga y el que no que se vaya a la puta que lo parió”…

Eso me hizo recordar las múltiples veces en que la Navidad se convertía en una fecha estresante para mí, porque o mi familia quería ir donde su “familia política” o a mí me tocaba ir donde mi familia política que no era de mi agrado. Otro stress es la compra de regalos.

Pero bueno, porque nos complicamos la vida?... escucho a muchas familias quejarse siempre de lo mismo.

Señores, que cada quien coma su pavo, su tamal o sus buñuelos con natilla donde se le antoje. Quieres cocinar?, ok cocina. No quieres cocinar? No cocines!!

Quieres ir donde tu familia o eres feliz de recibir?, Ok, hazlo. Tus hijos se van donde su otra familia?... déjalos!... de qué sirve que estén contigo si lo que ellos deseaban era estar en otro lado?...Noche de PAZ, también significa de comprensión hacia los deseos de los demás.

Yo creo que es lindo estar en Familia y Navidad es una bella ocasión para lograrlo, pero que sea una verdadera noche de PAZ, reunidos, porque así lo deseamos, porque nos sentimos bien juntos, contando nuestras historias, compartiendo abrazos, sonrisas, chistes y demás.

Y recordar siempre que el verdadero motivo de la Navidad es celebrar el nacimiento de JESUS, nuestro salvador.

Ese es mi mensaje en esta NAVIDAD.

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!

jueves, 28 de noviembre de 2013

COMIENDO PAVO...


Estoy acordándome hoy de aquellos días cuando se empezaba a preparar el pavo que nos íbamos a comer en Navidad, --que es cuando se usa comer pavo en mi tierra--.


En mi casa, el animalito había venido viajando desde los Montes de María, donde vivía Silvia, la hermana mayor de mi mamá, en una finca que quedaba bastante lejos de la carreta Troncal de Occidente. Venía en bus haciendo cada tanto UUUUjjrrjJJJ, y después se dormía de tanto meneo.

Luego en la casa, lo echaban al patio varios días, para que repusiera las carnes comiendo gusanitos y bichitos varios y el día anterior empezaban a emborracharlo con vino de mesa, dizque para conseguir un mejor sabor. Ay, Dios mío, pobre animalito!

Por suerte la borrachera le servía para no darse cuenta que iban a “darle materire”, --darle vuelta el pescuezo--.

Luego, lo rellenaban con un picadillo, que recuerdo que era más rico que el mismo pavo y lo disfrutábamos en la nochebuena, --la víspera de Navidad--.

A los hombres de mi tierra tampoco les gustaba “comer pavo”. Que era quedarse sin bailar en un baile.

Que recuerdos!!

 

viernes, 15 de noviembre de 2013

FELIZ CUMPLEAÑOS MI REY DAVID



Hoy 16 de Noviembre, hacen 30 años, estaba yo en mi apartamento del Cabrero, frente a la playa con la panza a punto de explotar. Me empezaron las contracciones, le dije a Petete: Llegó la hora, vámonos para la Clínica. La Vargas, —adoro a esa familia y su casta de médicos—.

Eso si, antes me di un baño de pies a cabeza, pues quería recibir bien limpia a mi segunda hija, —según los pronósticos de las ecografías—.

Nos fuimos en un campero recién comprado, —un Suzuki—. Mi embarazo había sido afortunado, pues pasamos de estar con las finanzas en cero a tener una empresa próspera. Mi nuevo hijo venía con estrella, y estábamos pasando un buen momento.

En la clínica, luego de los preparativos iniciales, estuve toda la noche despierta y nada que “coronaba”… a las 8:30 AM, le dije a la enfermera: llamen a Raúl, mi gineco-obstetra.

Al poco rato, Raúl llegó y me llevaron para la sala de partos.

—Puja, Judy—, me regañaba Raúl.
Yo no había dormido en toda la noche y estaba físicamente agotada.

—Ay, Raúl, ya no doy mas!!—gritaba yo…

—Huy, tan grande y tan cobarde, dale, ombe!!, que esa criatura es cabezona!!

— Ay, Raúl—seguía gimiendo yo, por qué es tan cabezóna, será anormal?

—Deja la pendejá, no ves lo cabezona que eres tú. A quien más va a salir así?... dale, que no tenemos todo el día!!

Puuuuuuujjjjeeee…. Y listo!!... sentí que salió…

—Ay, que alivio!!

—Juera Judy, y es un macho!!—dijo Raúl entusiasmado.

—Como???... Ay, Dios mío que alegría, avísenle a Petete, por favor!!—gritaba yo emocionada y berreando como loca. Fue una verdadera sorpresa saber que era un niño.

—Niña, espérate que limpien al pelao!!—

—Ay, no dénmelo así a mi muchacho por favor…

—Erda, Judy, cám-mate—repetía Raúl gagueando

    Y está bien despachao!!

Después de unos minutos me llevaron a ese hijo grandote, huesudo y FEO!!...Era feo, pero era mi muchachote y con Petete no dejábamos de mirarlo y llorar.

Al ratico le puse la teta en la boca y enseguida se pegó.

Venías con mucha hambre hijo.


Te cuento esta historia hoy, —que nunca te había contado—, porque esos pequeños detalles quizás no les concedí importancia, pero ahora sé que si los tienen para ti. Porque quiero que sepas, que desde que te ví te amé.

A las la semana, lo que empezó como una manchita en la frente, se convirtió en un lunar grande como una estrella. La estrella de David, como decidimos llamarte, porque naciste para ser el Rey de nuestros corazones.

Fuiste alguien que desde la panza nos trajiste suerte. A las dos o tres semanas, ese muchachito feo, se había convertido en una criatura hermosa y sonriente con carita pícara que encantaba a la gente que te conocía.

Cuando empezaste a comer la sopita, eras el sueño de toda madre: Te comías el plato de sopa con gusto!!... y no solo eso, repetías otro igual.
 

Y ahora, sigues siendo luz para mi vida hijo, —junto con Nata—, así como también lo fueron para su padre.

Estoy muy orgullosa de ti, mi amor. Te pido perdón por cualquier cosa que haya hecho y que te hizo sufrir.

Te amo con todo mi corazón y hoy es un día de celebración por ese inolvidable día que me hiciste tan feliz con tu venida a nuestras vidas.

Que tengas un hermoso día y un resto de vida en paz y armonía, como mereces, por ese gran corazón con el que Dios te dotó.

Solo unos días más y nos daremos ese abrazo en vivo y en directo.

Tu mamucha

 

 

 

 

 

domingo, 27 de octubre de 2013



AMOR PERFECTO

Abro la puerta para soñar
para jugar…
súbitamente este loco amor irrumpe
sin credenciales,
divertido juguetón
despreocupado y confiado
De mano de la lírica;
Ávida lo recibo con sus aguas cantarinas
manantiales infinitos,
torrentes incontenibles de ternura
Mi jardín subterráneo florece
abre sus pétalos …
Naufrago en las marismas
de anhelos galopantes
con tu amor maduro y cierto
en complicidad con los astros
y el universo celestino
Apenas nos tocamos tu mundo y el mío
y al instante la vida se diluyó
magia y fuego purificador
dulce aliño de ternura
damnificados de eclosión
alucinante y correspondida
de amor perpetuo
sutilmente me guías
adonde habitas
desde la eternidad
pago tributos con amor
 con osadía …
todo mi cuerpo grita lo que puedes escuchar
Afortunados somos...
poderosos somos...
para otorgar... para recibir.....
Apenas abrí la puerta de mi corazón
y ya toqué las estrellas y el cosmos
reciclo ilusiones plena de vigor,
de fuerza vital
que me renueva y nutre,
ebria de amor que libera
de amor perfecto... 

sábado, 13 de julio de 2013

La HEREDAD de ELIAS MENASSA


¿Que te gustaría ser, cabeza de ratón o cola de león? Me preguntó mi papá un día.
Yo me quedé pensando la respuesta… 
         Mi padre me regaló además de muchas otras cosas, el don maravilloso de enseñarme a pensar y ese espíritu independiente que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida. Valores intangibles que nadie me ha podido arrebatar. Una auténtica heredad.
Quisiera ser cabeza de ratón discurro, después de una breve reflexión. No me gustaría tener jefe que me ordene como hacer las cosas.
Bueno, está bien. Pero deberíamos contemplar también, que las múltiples posibilidades dependen del tamaño del ratón y del leónMe contestó él. Y podrias ser cabeza de Leon.
Cuando era niña tenía especial fascinación, por ese ser insólito que aparecía y desaparecía, dejándome una sensación de vacío irreparable, con sus visitas intermitentes. Ansiaba disfrutar un poco mas de su refrescante presencia, portadora de paz.
Durante la pubertad, mantuve la ilusión de que mis padres volverían a unirse nuevamente y así podría disfrutar la interacción con ambos al unísono. Es este uno de mis sueños frustrados.Hubo momentos deliciosos, donde papá reunía a todos los hijos y fomentaba la alianza solidaria entre hermanos, aunque fuésemos hijos de madres diferentes. Esos eran días de fiesta para todos, porque su presencia nos estimulaba a dar lo mejor de nosotros. El pretendía que a pesar de ser criados en diferentes hogares, camináramos unidos por el gran cariño que nos tenía.
Cuando casi parecíamos lograrlo, él se marchaba y nunca se sabía en que fecha habría de regresar. De repente aparecía y todo resplandecía otra vez con esa gallardía y luz interior que mantuvo fulgurando hasta el día de su partida final. Desde entonces ya no volvimos a reunirnos los siete.
Nos contaba historias reales e imaginarias, dejándonos totalmente alucinados, porque ignorábamos donde terminaba la realidad y donde empezaba la fantasía. Le designamos “La Enciclopedia Ambulante”, porque poseía una vasta cultura, obtenida de sus innumerables aventuras, que él aderezaba copiosamente con su verbo retórico y dúctil.
Relataba hechos históricos disímiles a la historia formal. Era la única forma como me gustaba repasarla, narrada por él, ya que conocía al dedillo las versiones subterráneas de los mismos personajes que oficialmente nos pintaban como héroes, dándole una pincelada pueril y clandestina a esos ídolos de barro, que si bien habían protagonizado hechos heroicos y trascendentales, padecían debilidades y miserias como todos los mortales
Papá era un hombre sabio en su expresión y coherente en su proceder. Daba respuestas acertadas a cualquier interrogante o una solución armónica y conciliatoria para cualquier evento circunstancial. Su talante era sereno, sosegado y trasmitía certeza en su palabra amena y parsimoniosa. Además era irreverente y revolucionario en su pensar, a pesar de haber sido criado en un hogar conservador, que evidenciaba con voz tranquila y pausada, descollando con argumentos inteligentes de gran humanista y librepensador.
En ocasiones me recordaba a un cacique indígena. Su gran vocación de servicio hizo de él un amigo entrañable para quienes tuvieron el privilegio de pertenecer a su círculo de afectos reales. Un hombre que solo abría su boca para emitir juicios sanos sobre los demás. Su risa noble y generosa arrasaba; su encanto y magnetismo habían producido secuelas devastadoras en el género opuesto. Sus maneras refinadas, habíanle servido como arma en sus múltiples conquistas femeninas. Cuando le atraía una mujer, coqueteaba abiertamente. Sus ojos centelleaban en ese rostro masculino, de facciones angulares, con seducción y desparpajo.
Su caballerosidad de hombre gentil, era impecable. En su época le decían el Clark Gable colombiano. Todo esto sumado a dones artísticos como tocar violín e crear poesía lo mantuvieron siempre rodeado de mujeres bellas y jóvenes.
Su integridad erprueba de fuego. Su llegada a Cartagena desde Barranquilla dondevivía, desde que la familia se trasladara allí, se debió precisamente a un encargo oficial peliagudo que le solicitó el gobernador del departamentopor un desfalco perpetuado en la Licorera de Bolívar. Un amigo suyo lo había recomendado específicamente como el indicado para efectuar la auditoría.
Su misión era descubrir el hurto enmascarado que estaban provocando algunos empleadosprovenientes de familias honorables, los cuales conducían este patrimonio público a su libre antojoPretendían justificar la falta del licor sustraído, aduciendo que era secuela de la evaporación natural del alcohol. —Lo cual hacía jocoso este pasaje—.
Al sentirse descubiertos intentaron descaradamente sobornarlo y al no lograrlo, amenazaron su integridad física y la de su familia, pero advirtieron que este camino era imposible. Elías no se dejaba amedrentar por ese tipo de chantajes; su honra era impecable y así lo comprobó, poniendo en evidencia las irregularidades acaecidas allí de forma expedita.
Ahora, intuyo que sus temores y debilidades, tenían que ver con irresoluciones, emociones encontradas y algunas frustraciones, que escondía sigilosamente en su ánimo apasionado, con indecisiones que debidamente manejadas quizás no le hubiesen arrugado su tierno corazón. Porque debo reconocer que detrás de esas maneras suaves se encontraba una reciedumbre inmarcesible.
Una vez Sagrario y yo le preguntamos porque había sido mujeriego y el nos dio una explicación, que hasta la fecha no supe interpretarla como una excusa bastante buena para evitar que siguiéramos preguntando o una rotunda verdad que marcó su vida con el estigma iniciático del hombre que ha sido vulnerado en su inocencia por una mujer que no supo quererlo y lo había lacerado en lo mas profundo de su hombría: la infidelidad.
¡Juré nunca mas volverme a enamorar! Concluyó… y nos lo dijo con voz resuelta, dejando zanjado el tema de por vida.
Cuando yo terminaba la primaria en un colegio de monjas franciscanas, ya había empezado la época de mis travesuras y rebeldías y andaba a “pata pelá”, recorriendo el aserrío y revolcándome juguetona en las dunas de aserrín acumulado, al cepillar las vigas de madera. Sofía, obviamente no aprobaba mi comportamiento, pero Eliamenassa así le llamaban cuando estaba en su casa, para distinguirlo de los otros dos Elías que vivían allí se gozaba viéndome salvaguardar mi contexto de infante.
Un día, finalizando mi año escolar le mandaron una nota a mi papá, para que se remitieraa la escuela. A mí me resultó extraño, que Sofita no asistiera al llamado, sino él, quien nunca dedicó tiempo para estos menesteres. Pero nada dije, contenta de que por fin mis compañeras conocieran al buen mozo de mi padre.
No sé que hablaría él con la maestra, lo cierto fue que al regresar a casa me sentó sobre sus rodillas, mirándome con misericordia y dejando traslucir un talante donde se habían acumulado todas las culpas de su vida. Empezó a hacerme muchas preguntas. Primero, sencillas.
No te preocupes mijita, contesta lo que primero se te ocurraEra como una especie de test psicológico.
Seguidamente las preguntas fueron tomando un cariz mas comprometido y las respuestas demandaban una mayor reflexión. Su rostro se iba paulatinamente despejando de una nube gris que se había instalado en la profundidad de sus ojos. Ahora parecía más relajado, pero igualmente algo preocupado.
Solo hasta cuando fui mayor pude enterarme, que Talía, mi profesora de grupo, le había sugerido a mi padre, que yo tenía retraso mental. Él, veterano de la vida y ya un hombre mayor y jugado, quien tenía edad para ser mi abuelo, me acosó a preguntas escrutando mi siquis, buscando primero comprobar la teoría de la docente y entendiendo finalmente que lo que tenía esa señora, era una fuerte aversión hacia una alumna que constantemente le proveía de situaciones difíciles e inmanejables.
Optó por la solución más viable. Esas vacaciones, el carpintero fabricó un tablero gigante que mi papá pintó de negro mate, al tiempo que se avió con una caja de tizas y empezó para  una tortura que duraría los meses de las vacaciones. Pero al mismo tiempo me adelantó en muchas materias que luego al verlas en el bachillerato me resultaron muy fáciles, porque ya estaba aclimatada con ellas. Me ahorró asimismo muchas noches de desvelos, pues, adelanté notablemente en matemáticas que siempre ha sido para los latinos y costeños una asignatura difícil.
En muchas ocasiones hasta culminar mi bachillerato fui eximida de algunos exámenes finales, por llevar un promedio alto durante todo el año, lo que comprobó finalmente que era una chica normal, quizás con algunas carencias afectivas y rebeldías que afectaban mi comportamiento en la escuela, buscando llamar la atención. Los adolescentes no saben gobernar sus emociones e instintos primarios y aprenden a moderar la efervescencia que bulle como un torrente, cuando el tiempo y las circunstancias moldean suavemente el carácter.
Un día en una fiesta familiar, donde ya había ingerido algunos whiskys y su ánimo se hallaba templado, me reveló el horror que le produjo aquella entrevista con mi maestra. Y era que de alguna manera especulaba que su alcoholismo social había afectado mis neuronas.
Ese era el especial estilo que tenía Eliamenassa de resolver los problemas, como dicen en nuestras tierras: cura de burro
         Lo mismo para las enfermedades, tenía un librito, el famoso tratado de Plantas Medicinales, en el cual encontraba cura para cualquier dolencia que padeciéramos. Cuando venía de regreso de las inmediaciones de la  Sierra Nevada de Santa Marta, portaba una infinidad de yerbas que nos hacía tomar cuando estábamos enfermos. Usaba para la gastritis una llamada achicoria, pero que en cuanto esa pócima negra y tremendamente amarga pasaba por el esófago producía el efecto de una bendición, porque inmediatamente cesaba cualquier malestar. 
        Tenía un amigo que era muy chistoso, porque le había dado úlceras estomacales, entonces cuando estaba bebiendocolocaba al lado de la botella, un vaso con el cocimiento de achicoria e iba alternando los tragos de ron con los del mejunje, para aliviar la acidez que le producía este.
Recuerdo otra anécdota muy especial cuando ya estaba bordeando los setenta. A papá se le había dado por la terquedad de usar abarcas todo el tiempo y prefería ausentarse de las reuniones donde tenía obligatoriamente que usar zapatos de vestir creo que solo hizo la excepción para la ceremonia del matrimonio de Elías júniorEl aducía quejándose de los cayos que le atenazaban los pies en sus dedos largos y delgados que se maltrataban con el calzado corriente.
En una ocasión, un hombre joven y un poco farolero se burlo de él.
—¡Hey, corroncho—Aquí en la costa caribe denominan así a quienes pertenecen al campo, pero algunos aprovechan para usarlo como ofensa. Siempre andas en abarcas. ¿Que? ¿No tienes zapatos?!!!
Un Elías ecuánime, conservando su bella sonrisa, desplegó su sabia dialéctica y le respondió con argumentos reposados. Prolijamente fue desglosando y enumerando a todos aquellas eminencias y personajes de la antigüedad que habían usado sandalias, pasando por los filósofos griegos, los emperadores romanos y hasta Jesús el Cristo quien ha sido nada más y nada menos quien dividió la historia de la humanidad en dos. Mencionó nombres que algunos de nosotros y hasta el pobre hombre desconocíamos.
Todos ellos más grandes que tú y que yoAgregó y usaban sandalias... Además, déjame decirte, —con seguridad aplastante y avasalladora—. que si estas tan preocupado por la apariencia personal deberías examinar que el color de tu cinturón no hace juego con tus zapatos, una de las reglas mas elementales del buen vestir masculino.
Con esto, el interlocutor quedo pálido y sin habla, porque había hablado un varón que en otra época de su vida, solo vestía de lino blanco almidonado y cuidadosamente planchado; su cabello y bigotes daban un aspecto impecable. Su nombre que aparece actualmente en una placa en el colegio Biffi de Barranquilla como miembro honorario y fundador del centro cultural del colegio, junto a un grupo de intelectuales barranquilleros, semillero de escritores y artistasAhora en sus últimos años, solo pretendía tener una apariencia limpia y agradable, pero sin sacrificar su comodidad y había dejado a un lado la vanidad que se pretende en los años mozos.
Eso sí, sus parlamentos tenían un dejo exquisito siempre. Jamás maltrataba el lenguaje ni usaba muletillas para expresar alguna idea. Tampoco decía groserías ni palabras soeces, aunque estuviera enojado, ni permitía que lo hiciéramos en su presencia. Reprobaba hasta la palabra vaina, que es especialmente usada en nuestro país, digamos que “vaina” es una muletilla colombiana, querepresenta muchas cosas.
Su gran respeto y admiración por la lengua castellana, lo había hecho un gran estudioso de la misma, con la cual se sabía al dedillo las reglas gramaticales que en su época les enseñaban en formas de versos, para poder retenerlas en la memoria de por vida.
Una de las pocas veces que lo vi fuera de sí y logré sacarlo de casillas y fue precisamente al utilizar la palabra joder, en una pequeña discusión que sosteníamos.
Yo ya estaba casada, con dos hijos y le reté con la rebeldía que me caracterizó durante muchos años, haciéndole muchos reclamos que tenía guardados de viva voz.
En medio del fragor de la discusión, amagó con sacarse el cinturón de las trabillas.
Si no te callas en el acto, te daré los lapos que nunca te dí niñaMe dijo desafiándome. 
Al escuchar esa expresión, una chispa contenida por muchos años, activó un detonante que se hallaba adormecido y desgrané arrogante y resuelta muchas palabras que lesionaron como puñetazos:
Ajá, ahora si se acuerda de ser padre!
Estas detonaron la suya… me dio una cueriza olímpica, que todavía recuerdo; pero me quedé quieta y aguanté, porque en seguida me arrepentí y asumí que la merecía por irrespetuosa de la jerarquía paternal, que siempre debe prevalecer.
Aunque mi reacción fue de alta intensidad emocional, creo que hacia falta esta catarsis entre ambos, porque en mi fuero interno me pesaba el haberme perdido muchos días de mi vida con él y su ausencia la sentía como dolor recalcitrante.
Después del episodio, nos acercamos mucho, incluso con más respeto el uno por el otro. Yo, me comprometí conmigo misma a que nunca mas provocaría una situación límite con él y sospecho que él tampoco conmigo, porque su prudencia le aconsejaba no abrir esa Caja de Pandora, donde se hallaban celosamente resguardados reclamos antiguas heridas, que mejor era dejarlas estacionadasesperando que mitigara el dolor, ya que, sus castigos cuando era niña consistían en ponerme en un rincón de cara hacia adentro, sin rabia y con la paciencia alcahueta de un abuelo.
Recuerdo la vez que con mi hermana Sagrario fuimos a ver la película La Caldera del Diablo.  En esa época era considerada de una alta dosis de escenas comprometidas y no apta para laschicas impúberes que éramos, pero la verdad es que comparadas con las actuales eran bastante tontas. Cuando se enteró por nosotras mismas, él nos castigó durante media hora mirando la pared. --lo que llaman los estaudinenses time out-- Eso nos provocó un ataque de risa, entonces subió el castigo a una hora. Creo que no pasaron algunos minutos cuando ya se le había evaporado el enojo y nos permitió abandonar la penitencia.
Sofita decía: ¿Bueno, y a este hermano mío que le está pasando? Antes era inflexible con los castigos y ahora se está ablandando. Acaso has perdido la sensatez?
Calma, niña Soffy, hay que saber vivir --esa era una de sus frases favoritas--. Con voz tranquila la apaciguaba.
Cuando mi papá aún tenía bríos, los castigos eran más severos. Mi papá, había sido “el hombre de la casa” y padre sustituto de los hijos de mi tía: Toñito y Margarita, en su estancia en Barranquilla, cuando tío Elías se encontraba en las selvas de Urabá, negociando con maderas y mi tía asumía sola la responsabilidad de los muchachos, junto con él. Y no solamente él, eran todos los padres de ese época quienes infligían rigurosas penitencias a sus hijos, promulgando la famosa sentencia “la letra con sangre, entra y supongo que lo hacían pensando que procedían correctamente y además porque también habían mamado de lo mismo o peor, en una larga cadena interminable de maltrato a los hijos, que gracias a Dios ya ha ido despareciendo.
En algunas escuelas reconocidas los castigos eran pequeñas torturas, como aquella donde arrodillaban al penitente sobre granos de maíz, en la mitad del patio del colegio, a pleno sol de mediodía y expuesto a la vergüenza pública. Otro castigo era un reglazo contundente en las manos o en las nalgasPor suerte a mi lo que me tocó de aquella conducta irreflexiva de los educadores fue la enmienda que consistía en escribir muchas veces una frase en el papel, que perpetuaba repetidamentelo que no debía hacer.
No debo hablar durante la hora de clase. —Era una de las más comunes. Y había que repetirla cien o mil veces, de acuerdo a la magnitud de la falta.
En esos tiempos el tratamiento hacia los mayores, debía ser respetuoso y tanto a mis tíos como a mi padre, los llamaba de “Usted”. Jamás se me hubiera ocurrido tutear a mis mentores o a los profesores en el colegio.
Una de las sentencias que recuerdo de mi papá era:
“Cuando no hay nada bueno que decir, lo mejor será callar”,
“Cuando no sepas que hacer, lo mejor será aplazar la acción”.
El amigo de mi amigo, es mi amigo
El amigo de mi enemigo, es mi enemigo
El enemigo de mi amigo, es mi enemigo
El enemigo de mi enemigo, es mi amigo.
Al final de sus días, con su garganta erosionada por el cáncer de pulmón —que ya había hecho metástasis— y con una decisión irrevocable de no volver a pronunciar palabra, nos acompañamos en un silencio elocuente, comunicándonos a través de sus ojos expresivos, que nunca pararon de hablar y de trasmitirme lo que sentía.
La muerte le llegó de tanto desearla, porque el propio vehículo de su cuerpo ya le pesaba. Este anhelo se acrecentó cuando Alba Rosa, también invadida por el cáncer, partió de este mundo seis meses antes que él. Entonces mi padre apuró el cáliz de sus desencuentros y un buen día decidió no volver a comer, hallando en la muerte una liberación, luego de transitar el camino de autodestrucción y sucumbir ante el infierno de su adicción por el cigarrillo. 
       Repetidamente me trasmitía ese mensaje aciago en las cartas que me enviaba a Argentina. Aquí esbozo algunos segmentos de esas cartas:
“Casi siempre que me toco viajar, lo hice cuasi famélico al estilo derrotado pero, gozando siempre mis observaciones. Como es preciso reír y no habiendo de qué, pues me reía de mis sueños viajeros juveniles, cuando, cabalgando en mis fantasías sin sombras, escalaba los Alpes, oraba en Palestina, ayudaba ancianos o niños o bailaba en París con la enemiga más bella. Y ahora, valetudinario, ¿frustraciones? ¡¡Necuacuam!! Espíritu sereno, conforme y ecuánime, ríe de los males y goza el bienestar. Lucha para vencer o hasta vencer, y si resulta pírrica la victoria, goza por el solo hecho de haber luchado; y si le toca perder, se conforma filosóficamente con lo aprendido…
“EGO? Estoy en la última página, estoy firmando a ruegos, estoy en alguno de los patios del divino Dante. Las edades que inventaron nuestros abuelos fueron niñez, pubertad, juventud, etc.… pero se olvidaron de la “edad de las pastillas”, acrecentando las arcas de las transnacionales insaciables e insociables, que juegan con la salud de la humanidad vituperable y delictuosamente. Un día que yo no veré pero ustedes si, como a finales de este siglo, en una gran crisis como las de los años ´30 los arruinará, las acciones llegarán casi a nada y llorarán estas dístomas. Economicen y compren un terreno donde puedan sembrar, Para por lo menos pan comer”

       Hasta siempre, padre mio!

Oropendola

lunes, 3 de junio de 2013

Hace unos días, durante el curso que estoy haciendo me pusieron una tarea que consistía en decir en una sola palabra como me sentía. Mi respuesta fué: AGRADECIDA.
Hoy hace 58 años vine a este mundo muy decidida --según testimonio de mi propia madre--
A ella le vinieron las contracciones a media mañana y le dijo a su hermana:
--Dora, tengo dolor de barriga--
Tenía solo 16 años y nunca había parido, así que no reconocía la diferencia.
Mi tía le dijo:
-- Ay, niña debe ser de tanto bailar, tómate una alka-seltzer y acuéstate.
Pero que va, el dolor persistió y llamaron a una partera vecina del barrio Torices allá en Cartagena de Indias.
Una hora más tarde, estaba yo saliendo en la primera pujada, con el motorcito prendido y aún creo que hay para rato, porque hasta el momento soy unidad sellada, ni una sola cirugía.
GRACIAS DIOS!... Este es un cartel que tengo al frente de mi cama, para antes de levantarme, agradecerle a ese Dios que me dio la vida y su madre por inocularme cada día ese aliento para crecer en el espíritu, por cuidar mis pensamientos y cuidar a mi familia.
Y es que desde que adopté el hábito de agradecer, recibo más de lo mismo. También cuando me quejaba recibía más motivos para hacerlo.
Agradezco a la vida, por todas esas situaciones fascinantes que me enriquecieron, por los amores, los desamores y por todo lo bailado, Juepa jé...
Gracias por todos los afectos que me han acompañado a lo largo de mi vida nómade. Se que no soy una persona fácil, y además rebelde y con la dualidad geminiana. Pero aún así me aceptan y lo más importante yo misma estoy asumida, pero con la conciencia que debo evolucionar cada día que tenga aún en este planeta.
Gracias a los maestros, a TODA mi familia y también a mi familia elegida: Mis amig@s.
Gracias a Bertilda, esa madre impúber que añoraba jugar con una muñeca que quizás nunca tuvo, por darme la vida y ese aliento de guerrera Caribe. A mi padre Elías, mi gran Maestro y mentor por enseñarme a pensar.
Gracias a mis hijos --mi principal motivación-- y a mi esposo, ese tesoro hallado en el otoño de mi vida. Gracias a mis hermanos, por su hermandad.
Gracias a la Oropéndola --Sofía-- por enseñarme a ser gente de bien.
Hoy, estoy contenta, no me cambio por nadie. Queda mucho aún por mejorar, pero a través del ensayo y error, en este día solo existe la mejor VERSIÓN de mi misma. Aprendo cuando yerro. Gracias a todos aquellos que me recuerdan mis falencias y que humana soy.
El único deseo que pediré hoy, es armonía y PAZ perdurable para toda la humanidad.